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Reseña de PICANTE.

 “Picante”, el unipersonal de Patricia Rojas bajo la producción de Magnolia Producciones, es una bocanada de aire fresco dentro de la cartelera teatral local. Desde el instante en que las luces se encienden, la energía desbordante de Rojas invade el escenario y lo transforma en un espacio íntimo, vibrante y lleno de complicidad. Con su personaje, la chispeante “Chiruza Mamandra”, logra un equilibrio perfecto entre el formato del stand-up y el teatro, ofreciendo un espectáculo que es tanto una confesión desopilante como una experiencia colectiva.

El gran acierto de Picante radica en su capacidad para generar un ida y vuelta constante con el público. La risa no es solo una reacción: es un puente, un código compartido entre actriz y espectadores. Cada función se convierte en un encuentro único, porque Rojas domina como pocas el arte de la improvisación y la espontaneidad. Se permite jugar con lo inesperado, leer las reacciones de la sala y transformar lo accidental en material cómico. Esa frescura convierte cada presentación en irrepetible, manteniendo siempre encendida la chispa de la sorpresa.

El humor, sin dudas, es el alma del espectáculo. La “Chiruza” es un personaje picante, irreverente y entrañable, que expone situaciones cotidianas con una mirada sagaz y un ingenio desbordante. Entre carcajadas y sonrisas cómplices, el público se reconoce en muchas de sus ocurrencias, porque detrás del sarcasmo y la picardía late un reflejo genuino de nuestra propia realidad. Rojas no teme incomodar, pero lo hace con gracia y desparpajo, logrando que incluso lo más atrevido resulte cercano y liberador.

El título Picante no podría ser más acertado: la propue
sta es audaz, adulta y atrevida, condimentada con ese sabor irresistible que mezcla diversión, ironía y una dosis justa de irreverencia. Rojas se entrega por completo a su creación, construyendo una conexión auténtica con quienes la escuchan y logrando que la sala entera se sienta parte de su juego. La actriz, con gran oficio, combina el humor inteligente con la picardía popular, sin caer nunca en lo predecible ni en lo fácil.

Este unipersonal no solo ofrece risas; ofrece un respiro. Es un espectáculo que permite desconectar de la rutina y dejar a un lado las preocupaciones cotidianas para sumergirse en una hora de carcajadas, ingenio y entretenimiento bien ejecutado. En tiempos donde tanto se necesita reír y compartir, Picante se convierte en un bálsamo y en una celebración del poder transformador del humor.

Recomendado, y con entusiasmo, para todos aquellos que busquen una noche especial, cargada de alegría y complicidad. Picante es, sin duda, una excelente opción dentro del panorama teatral actual: una experiencia divertida, refrescante y memorable. No se lo pierdan: Patricia Rojas y su “Chiruza Mamandra” son pura chispa, pura risa y pura magia escénica.

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